Esto de aquí arriba es el primer mapa que se publicó en los Países Bajos, impreso en la ciudad de Leiden en 1514. Es un mapamundi pero a primera vista cuesta reconocer los contornos de los continentes, de lo distorsionados que aparecen. África y Arabia se muestran encogidas mientras que una enorme península Ibérica parece a tiro de piedra de unas islas que resultan ser las Antillas. La forma de las tierras americanas es probablemente la más extraña de cualquier mapa que haya visto. Aun más sorprendente, en la isla-continente rotulada América unas líneas de texto dicen que fue descubierta por los españoles en 1494.
A pesar de su aspecto desconcertante para el ojo actual, este mapamundi tuvo bastante éxito, ya que fue reeditado al menos tres veces en los años siguientes. Se conservan dos ejemplares fechados en 1514 y ambos se encuentran insertos en sendos ejemplares de la Crónica de Holanda, Zelanda y Frisia, una obra del humanista neerlandés Cornelius Aurelius. Por ello se cree que Aurelius debió ser también el autor del mapa.
Aurelius, como buen humanista, rellenó el mapa de texto casi por completo. En Europa se limitó generalmente a topónimos pero para las tierras más lejanas dejó constancia de las informaciones de que disponía. Muchos de estos textos, así como la disposición general de los continentes, debió tomarlos del mapa de Waldseemüller de 1507.
Aurelius llamó América al continente sudamericano, usando la palabra inventada por Waldseemüller siete años antes. Entre otros muchos detalles que delatan que Aurelius copió del mapa de Waldseemüller podemos citar que en las costas del Ártico escribió que «aquí hay osos blancos» (hic sunt ursi albi) con las mismas palabras que Waldseemüller; o que dibujó un papagayo muy parecido en Sudamérica.
Aurelius debía seguir de cerca los descubrimientos geográficos de portugueses y castellanos, ya que en varias regiones del mapa apuntó el año en que habían sido descubiertas así como la bandera portuguesa o castellana correspondiente. De hecho, estos datos constituyen uno de los aspectos más valiosos de la obra, ya que revelan cómo llegaba a los Países Bajos la información (o la desinformación) sobre los descubrimientos ibéricos.
En el extremo occidental del mapa aparecen las islas de Cuba («Ysabella») y Espagnola («Spangnola»). Sus perfiles son casi irreconocibles. En ambas aparece indicada la fecha de su supuesto descubrimiento: 1497.
Esta sorprendente fecha de 1497, cinco años posterior a la fecha real de descubrimiento de 1492, es en realidad fácil de explicar. Proviene de la obra que Waldseemüller y sus compañeros publicaron en Saint-Dié, en la que ensalzaron los viajes de Amerigo Vespucci y le atribuyeron el descubrimiento de la tierra firme americana en 1497. Ya conté hace un tiempo que este error de Waldseemüller fue difundido por Petrus Apianus y lo repitió hasta Copérnico.
Volviendo al mapa de Aurelius, más al norte aparece también el año de 1497 en un territorio que solo puede identificarse al compararlo con su equivalente en el mapa de Waldseemüller. Es en efecto una mala copia de la Norteamérica de ese mapa, sin preocuparse de proyección cartográfica ni orientación. Lo delata sobre todo el topónimo «Parias», situado más o menos en el mismo lugar en ambos mapas.
Por fin llegamos al continente sudamericano y al dato que me ha servido para titular esta entrada. En la tierra firme sudamericana, rotulada AMERICA por Aurelius, una leyenda dice «Toda esta provincia ha sido descubierta por mandato del rey de Castilla, España y Aragón en el año 1494» (Tota ista provincia inventa est per mandatum regis castelle hispanie et aragonie anno 1494). La fecha es sorprendente porque la cronología oficial nos dice que no fue hasta 1498 que Colón pisó por vez primera el continente americano.
¿De dónde viene entonces esta fecha de 1494? El investigador holandés C.P. Burguer, que fue el primero en estudiar en detalle y publicar un facsímil del mapa de Aurelius, se limitó a decir que no tenía explicación para ella. Más recientemente, en la obra Columbian Iconography, se ha aventurado que se tratase de un error de imprenta («perhaps a misprint?»).
Lo del error de imprenta es una opción siempre socorrida para quitarse de encima datos que no encajan con la teoría general. En este caso, sin embargo, me parece poco creíble. Aurelius fue muy cuidadoso con los textos de su mapa; de hecho, corrigió un par de errores gramaticales de frases copiadas del mapa de Waldseemüller. No creo que dejase pasar un error de bulto como este.
Sería más productivo preguntarse qué fuentes pudieron conducir a Aurelius a tomar como cierto el dato de 1494. Porque resulta que no ha sido el único en dar ese año por bueno. Hace pocas décadas, el investigador español Juan Manzano publicó un libro titulado muy explícitamente Cristóbal Colón descubrió América del Sur en 1494. ¿Sabía Aurelius algo que nosotros ahora ignoramos?
Bibliografía consultada:
- C.P. Burger Jr (1912), Een hollandsche wereldkaart.
- C.P. Burger Jr (1916), De oudste Hollandsche wereldkaart. [digitalizado en Delpher Boeken; todas las imágenes del mapa de Aurelius en esta entrada provienen del facsímil contenido en esa monografía]
- Johannes Keuning (1952), «XVIth Century Cartography in the Netherlands: (Mainly in the Northern Provinces)», Imago Mundi, Vol. 9, pp. 35-60+62-63
- Maria Teresa di Palma (1992), “Plate D-XVIII” in Gianni Eugenio Viola (ed.), Columbian Iconography, pp. 464-465.
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