¿Qué fue de los cañones de la nao Victoria?

La nao Victoria en el planisferio realizado para el cardenal Salviati hacia 1525

El 6 de septiembre de 1522 llegaba a Sanlúcar de Barrameda la nao Victoria, capitaneada por Juan Sebastián de Elcano. La Victoria se convertía en ese momento en el primer barco en completar la circunnavegación del planeta.

Se sabe que, tras la expedición, la nave fue vendida por la Corona en pública subasta celebrada en Sevilla.[1] Allí la compró un mercader y parece ser que la nao siguió surcando el océano varios años más.[2]

Sin embargo, en esa subasta no se incluyó en la venta el armamento que llevaba la nave. ¿Qué fue de él? La respuesta se encuentra en un apunte contable de la Casa de la Contratación que, por lo que parece, había pasado desapercibido hasta ahora. Lo copio a continuación adaptando la ortografía y la puntuación al castellano actual. En el apéndice se puede consultar la transcripción paleográfica y la referencia completa del documento.

En 11 días del mes de julio de 1526, se libraron en el dicho tesorero [de la Casa de la Contratación de las Indias, Domingo de Ochandiano] a Cristóbal de Haro, factor de la [Casa de la] Contratación de la Especiería por Su Majestad, 17 314 maravedíes que hubo de haber y se averiguó que valían 100 lanzas, 42 picas, 40 dardos, tres lombardas grandes y un barril de pólvora que se tomaron de lo que sobró de la nao Victoria, que vino del descubrimiento de la Especiería, para armazón de las tres carabelas que el año pasado de 1522 se armaron para guarda de la costa, de las cuales fue por capitán general Domingo Alos de Amilibia; los cuales dichos maravedíes Su Majestad nos mandó pagar por su cédula hecha en Burgos a 15 días del mes de julio de 1524 […].

Nos enteramos así de que la Victoria montaba, al llegar a Sanlúcar, tres piezas de artillería al parecer de calibre importante porque el texto las llama “lombardas gruesas”. Además traía una gran cantidad de armas de infantería: 100 lanzas, 42 picas y 40 “dardos” que supongo serían proyectiles para ballestas. Es curioso que llevasen muchas más lanzas y picas que tripulantes.

Todo este armamento fue transferido a una flotilla que se estaba preparando en Andalucía a toda prisa para defender las naves españolas que venían de Indias contra los corsarios franceses. La piratería en el Atlántico había sido siempre un peligro – o una fuente de ingresos, según el punto de vista – pero los ataques franceses habían arreciado desde 1521, al estallar una nueva guerra del interminable conflicto entre la Monarquía Hispánica y los “cristianísimos” reyes de Francia.[3]

Las armadas “de guarda de la costa”, que han sido estudiadas por Esteban Mira Caballos, patrullaban en el triángulo formado por los puertos andaluces, las Canarias y las Azores, y tenían como misión principal escoltar a las naves que venían de las Indias cargadas de metales preciosos. En general, a lo largo del siglo XVI, estas armadas guardacostas fueron bastante eficaces a pesar de sus precarios medios, logrando ahuyentar e incluso derrotar a veces a escuadras corsarias superiores en número. No fue este el caso, sin embargo, de la que partió al mando de Domingo Alos de Amilibia, que fue la única que sufrió una derrota catastrófica.

Volviendo a septiembre de 1522, pocos días después del regreso de la Victoria la Corona aceptó la propuesta hecha por Juan López de Recalde, contador de la Casa de la Contratación, de preparar una armada guardacostas para patrullar entre Andalucía y las Azores. El dinero lo pondrían, como era habitual, los mercaderes andaluces, mientras que la artillería debía ser aportada por la Corona. Sin embargo, el Emperador afirmaba no tener ninguna disponible así que les ordenó a sus oficiales que se las apañasen como pudieran (“lo proveed e remediad”), por ejemplo pidiéndoles prestados cañones a los aristócratas de la zona.[4] Es muy lógico, por tanto, que López de Recalde echase mano del armamento de la recién llegada nao Victoria.

En noviembre se tuvo noticia en Andalucía de que un gran tesoro enviado por Hernán Cortés desde México había quedado a resguardo en la isla de Santa María, una de las Azores, a cargo de Antonio de Quiñones y Alonso Dávila.[5] Era el botín de la conquista de Tenochtitlán, que incluía el legendario tesoro de Moctezuma. La Corona ordenó que acudiera a las Azores a recoger estas riquezas la armada guardacostas de Amilibia, que estaba ya integrada por tres carabelas. No sé en qué fecha partió exactamente pero tuvo que ser antes del 23 de febrero de 1523 porque ese día López de Recalde informaba a la Corona que estaban armando otros dos navíos, de mucho mayor tonelaje, para que fuesen también a las Azores y viniesen juntos con las carabelas de Amilibia que ya iban para allá.[6]

Según contaría después Alonso Dávila, el 15 de mayo llegó la flotilla de Amilibia a las Azores.[7] Dávila y Quiñones se embarcaron junto con el tesoro en las tres carabelas, que pusieron rumbo a las costas portuguesas. De las dos naos no había noticias, y es que su apresto se había retrasado por problemas financieros.

El 28 de mayo al anochecer, cerca del cabo de San Vicente, una escuadra de seis naves corsarias al mando del normando Jean Fleury atacó a los españoles. A pesar de la inferioridad manifiesta, Amilibia presentó combate. De las tres naves españolas, dos fueron capturadas tras sufrir muchos muertos, entre ellos Antonio de Quiñones y un hijo del propio Amilibia. El capitán general de la flota perdió ambos brazos y fue hecho prisionero. La tercera carabela logró huir, sin embargo, tras tirar casi toda su carga por la borda, y logró refugiarse en El Puerto de Santa María. Desde allí su capitán, Martín del Cantón, informó del desastre. Según Esteban Mira, el botín capturado por los franceses fue de 62 000 ducados de oro, 600 marcos de perlas y 2 000 arrobas de azúcar.[8] El cronista Pietro Mártir, por su parte, cifró las pérdidas en nada menos que 600 000 ducados.[9] El oro de Moctezuma quedó así en manos de los corsarios franceses y de su rey Francisco I.

Las armas de la Victoria no le trajeron suerte a Amilibia. Puede ser que se salvaran si iban a bordo de la carabela de Martín del Cantón. En este caso, volverían a cruzar el mar porque el conde de Osorno, que había reemplazado a López de Recalde en la organización de las armadas guardacostas, envió a esta carabela urgentemente a las Azores. Al estar “bien artillada”, decía el Conde, sería un buen refuerzo para las dos naos que por fin habían partido hacia allí poco antes, demasiado tarde para socorrer a Amilibia.[10]

Lo más probable, sin embargo, es que las lombardas gruesas de la Victoria acabasen en manos de Jean Fleury. En ese caso podemos imaginar que durante algunos años hostigarían a las naves de su país de origen hasta que en 1527 cambiaran de dueño de nuevo. Una vez más al acecho cerca del cabo de San Vicente, Jean Fleury con dos naves se ve sorprendido por un solitario galeón al mando de Martín Pérez de Irizar. Tras duro combate, Fleury se rinde y es llevado a Cádiz.[11] Los oficiales de la Casa de la Contratación lo envían a la Corte precedido de un mensajero. El Emperador, al recibir la noticia, lo tiene claro: que ejecuten a Fleury allí donde lo encuentre este correo. En un pueblo de Ávila terminó así sus días, colgado, el pirata que robó el tesoro de Hernán Cortés y que sin saberlo se enfrentó a los cañones que primero dieron la vuelta al mundo.

Luis A. Robles Macías

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[1] Juan Gil, «La almoneda de la “Victoria”», Suplemento de Anuario de Estudios Americanos, Sección Historiografía y Bibliografía, 1988, 105-16.

[2] Martín Fernández Navarrete, Miguel Salva, y Pedro Sáinz de Baranda, Colección de documentos inéditos para la historia de España, vol. 1 (Madrid: Imprenta de la Viuda de Calero, 1842), 353-56, https://archive.org/details/coleccindedocu01madruoft. Le agradezco a Benjamín García esta referencia.

[3] Esteban Mira Caballos, La Armada Guardacostas de Andalucía y la defensa de la Carrera de Indias, 1521-1550, Colección Biblioteca americana (Sevilla: Muñoz Moya Editor, 1998), 23.

[4] Archivo General de Indias (AGI),INDIFERENTE,420,L.9,F.29V-31V.

[5] El portador de la información era Juan de Ribera, enviado de Hernán Cortés. Quedó constancia en los libros de contabilidad de la Casa de la Contratación del pago a un correo que fue despachado inmediatamente a la Corte. AGI, CONTRATACION,4675,L.2 (transcripción en el apéndice documental). El cronista Pietro Mártir recibió a Ribera en su casa y lo contó en los libros VIII y X de la quinta de sus Décadas del Nuevo Mundo, páginas 446-447 y 462-463 de la edición en español de Bajel, 1944.

[6] AGI, INDIFERENTE,420,L.9,F.91R-91V.

[7] Carta de Alonso Dávila, La Rochelle, 16 de junio de 1523. AGI, PATRONATO,267,N.1,R.1 (transcrita en el apéndice). Dávila da la fecha del 15 de mayo sin especificar el año. Esteban Mira Caballos interpretó que fue de 1522 (op. cit., 65) pero a mí me parece que la cronología de los hechos solo tiene sentido si fue el 15 de mayo de 1523.

[8] Mira Caballos, La Armada Guardacostas de Andalucía, 66.

[9] Carta de Pietro Mártir al arzobispo Giovanni Ruffo, Valladollid, 11 de junio de 1523. Publicada en el Opus Epistolarum (Alcalá de Henares: Miguel de Eguía, 1530), carta 782, pp.163-167.

[10] Carta del conde de Osorno, Sevilla, 2 de junio de 1523. AGI, PATRONATO,267,N.1,R.2 (transcrita en el apéndice). Las naos de refuerzo iban capitaneadas por Pedro Manrique, hermano del Conde.

[11] Cesáreo Fernández Duro, Armada Española : desde la unión de los Reinos de Castilla y de Aragón, vol. 1 (Madrid: Sucesores de Rivadeneyra, 1895), 206, https://bibliotecadigital.jcyl.es/es/consulta/registro.cmd?id=19087.

Apéndice: Transcripciones de documentos, en orden cronológico

Apuntes en el libro manual de cargo y data de la Casa de la Contratación, 20 de noviembre de 1522 (AGI,CONTRATACION,4675B,L.2)

Nota: estos apuntes se encuentran en el folio 157v de la foliación antigua, que corresponde al 130v de la foliación moderna y a la imagen nº260 de la versión digital disponible en el portal PARES.

[item] en veynte dias del dicho mes de nouienbre del dicho año de mill y quinientos / e veynte e doss se libraron en el dicho tesorero a diego de cueto correo / treynta y seys ducados de oro que ovo de aver por el viaje que en / lunes diez e syete del dicho mes de nouienbre truxo a esta casa / con cartas de su magestad para nosotros en rrespuesta de lo que a su / magestad escriuimos sobre la nueva del oro e presentes que quedaron / en los açores en la ysla de santa maria con alonso davila e antonio / de quinones mandando que domingo alos capitan de las tress cara/velas de armada fuesen a la dicha ysla a traer el dicho oro e pre/sentes; el qual dicho correo avia de venir en tress dias naturales / y porque tardo en el camino doze oras no se le libraron mas / de los dichos treynta e seys ducados

[item] en quatro dias del mes de dizienbre del dicho año de mill e quinientos e / veynte e doss se libraron en el dicho tesorero a luys de castellanos / correo veynte ducados de oro que ovo de aver por el viaje que en domin/go nueve de nouienbre del dicho año llevo a valladolid con cartas nuestras para su / magestad sobre la venida de juan de rrivera desde la nueva españa / e con las rrelaçiones que de ella traya, del oro e presentes que fernando / cortes enbiava de ella con alonso davila e antonio de quinones procuradores / de la dicha nueva españa que quedaron en los açores en la ysla de santa / maria con el dicho oro e presentes los quales dichos veynte ducados / se le libraron por quanto siruio en el tienpo que le fue mandado / como pareçe por la cubierta del dicho viaje que esta en poder del dicho / tessorero con nuestro libramiento

Carta de Alonso Dávila, La Rochelle, 16 de junio de 1523 (AGI,PATRONATO,267,N.1,R.1)

Carta de Dávila:

[añadido al margen: 1523 / alonso davila sobre / su perdida]

muy alto y muy poderoso / catolyco rrey señor

el capytan domingo alonso que era de las tres caravelas que / andavan en guarda de la costa del andaluzia / nos dio [a] antonio de quinones y a mi en la ysla de los azo/res vna zedula de vuestra majestad por la qual nos hazia / merçed en hazernos saber como avia sydo ynformado que por / miedo de los franzeses que se dezia que andavan en la / costa nos aviamos quedado en la ysla de santa maria hasta / que vuestra majestad proveyese lo que a su rreal seruiçio convenia / y como de ello avia sydo seruido e que para que el oro e cosas que no/sotros a vuestra alteza llevamos fuese seguro nos enbiaba / las tres caravelas con el dicho capytan e mandava que lue/go nos enbarcasemos con ellas e viniesemos con todo / aquello a la zivda de sevilla a la casa de la con//tratazion e a los ofyziales que por mandado de vuestra / majestad en ella rresyden por la qual merçed / a vuestra majestad besamos sus rreales pyes e manos / las caravelas fueron por nosotros a xv dias de mayo / y luego en qunplymiento del mandadado [sic] de vuestra a/teza nos enbarcamos y veniendo en demanda de la / costa de portugal porque a los pylotos les pa/rezia ser mas segura llegando a diez leguas de tierra / sobre el cabo de san bizente salyeron a nosotros seys na/os de franzia armadas con las quales peleamos / las dos caravelas hasta que por fuerza nos tomaron y se / perdyo todo aquello que a vuestra majestad llevava que era en gran / cantydad rryco la otra caravela de las tres que eran se esca/po porque no quiso pelear pudiera ser que sy no fuera a lle/varla varlas [sic] nuevas que nos aprovecharia para ayudar/nos a defender y fuera mejor al capytan de ella que no lle/var tan malas nuevas quinones murio y yo estoy preso en / la rrochela de franzia deseando de yr sy me dejan a besar los / rreales pyes de vuestra majestad y le hazer de todo rrelazion porque / avnque yo aya perdido quanto tenia inser [sic] en seruiçio de vuestra alte/za me pluxiera que fuera la vida con ello suplyco a vuestra ma/jestad que a los vezinos y moradores de la nueva españa // haga merçedes y de ellos se tenga por seruido pues hasta / aqui a vuestra alteza an muy byen seruido y asy haran sy/enpre como buenos y leales vasallos que son de vuestra ma/jestad suplyco a vuestra majestad sea seruido de mandar po/ner rrecavdo en la costa del andaluzia para las naos que ui/enen de las yndias que segun estan agora zevados todos dese/an yr a se poner en parte do puedan hazer mal y sy vuestra majes/tad de ello fuere seruido sea armada que pueda hazelles mal y que no / sea para huyr syno para buscallos

suplyco a vuestra majestad que pues yo estoy preso y perdido y mi / deseo es morir en seruiçio de vuestra majestad me haga merçed que / sy a la nueva españa se despachare navio alguno vuestra / alteza enbie a mandar a hernando cortes que los yndio que / alla tengo deposytados en nonbre de vuestra majestad / no me sean quitados e que vuestra majestad me haga merçed / de ellos por descargo que su seruiçio sea nuestro señor el ynperial / estado de vuestra rreal majestad avmente quanto su rre/al presona desea de la rrochela de franzia a / xvi dias de junio de i U dxxiii años

[al dorso: leal vasallo que sus muy rreales pyes y ma/nos besa] [firma: Alonso Davila]

[añadido en otra mano: a su magestad / de alonso de avila que esta preso en / françia de xvi de junio de / i U dxxiii años / rrecibida en valladolid]

Sobrecarta de la Casa de la Contratación:

S.C.C.K. magestad

porque por la carta que el conde de ossorno escrive a v. m. y tanbien por la que / martin del canton capitan de vna de las tress caravelas de armada que / por mandado de v.m. fueron a las yslas de los açores a traer el oro y pre/sentes de v.m. que ende estavan, nos escriuio que con esta la ynbiamos / a v.m. oreginalmente sera v.m. avisado de la desventura / acaesçida, de la toma de las doss caravelas con el dicho oro y presentes por / los françeses rremitiendonos a ellas çesamos de nos alargar / en esta; pareçenos que v.m. deve luego mandar probeer con diligençia / en ynbiar a mandar a la costa de la prouinçia de guipuzcoa / e vizcaya para que luego con mucha breuedad salgan algunas caravelas / y pinaças de armada que ende estaran prestas salgan en busca / de los dichos cossarios françeses porque somos çertifycados que son / de la costa de bretaña y pasan desde levante con doss naos / vizcaynas de fasta dozientos toneles que tomaron en el estrecho / y creemos que poniendose en ello la diligençia devida las dichas caravelas / e pinaças las tomaran.

[item] el conde y nosotros con acreçido de los mercaderes de esta çibdad hemos / acordado de ynbiar esta dicha caravela que agora es venida y otra caravela / pequeña en busca de don pedro manrrique capitan de las doss naos que fue / en busca de las dichas caravelas para hazerle saber lo subcedido por / que ellas y las naos que vienen de las yndias se junten y vengan juntas / en vna conserba; y para probeer esto acordamos de tomar el dinero / de los defuntos que esta en el arca de las tress llaves, para despues / tornarlo a meter; nuestro señor prospere e acreçiente la vida e muy / rreal estado de v.k.m. por largos tienpos como v.m. dessea / de seuilla a ii de junio de i U dxxiii

D.v.k.mag.

homilldes seruidores que sus / pies y rreales manos bessan

[firmas: Domingo de Ochandiano, Diego de Aranda, Juan de Gumiel]

[al dorso: A la c.c.k.mag. del / enperador rrey nuestro señor]

[añadido en otra mano: de los offiçiales de seuilla de ii de / junio / respondida / rreçibida en valladolid]

Carta del conde de Osorno, Sevilla, 2 de junio de 1523 (AGI,PATRONATO,267,N.1,R.2)

[añadido al margen: armar contra / franceses / presa que han / hecho franceses]

[item] en esta ora me llega esta carta del capitan martin canton pesame de aver salido tan çierto lo que a v.m. yo / algunas vezes avia escriptto que sospechava de estas caravelas lo que mas ay que dezir es que el desbarato fue vier/nes veynte y ocho de mayo en anocheçiendo ansy que por esta cuenta y por el tienpo que a hecho puede tener / sazon mandar v.m. proveer todas las costas para que salgan a los françeses los quales no llevan tanta / gente a lo que aca se sabe como se rrequeria para los navios que son

[item] y porque podria ser que avnque paresçe cosa rrazonable que los cosarios se contentasen con la presa que a / gora an hecho aviendo nueva çierta de las caravelas que tomaron de como las naos de las yndias no pue/den tardar y del mucho oro que traen que acordasen de esperallas despachamos luego vn bergantin con a/viso de lo que a passado el qual va derecho a la ysla terçera que es donde an de acudir las naos de las yndias / y donde don pedro mi hermano se a de juntar con ellas y demas de esto parte luego vn onbre de rrecabdo a de___ / con la caravela que agora vino para que buelva con el mismo aviso a la dicha ysla terçera porque demas que el / aviso sera mas çierto yendo por doss partes esta caravela esta bien artillada que sera provechosa a la conpa/ñia de las naos poniendole mejor gente de la que agora traya que en la verdad lo que se me puede figurar de lo que / el capitan escrive y de lo que el mensajero dize es que las otras doss caravelas quedavan peleando quando / ello [sic] huyeron y si esta truxera el oro tenia disculpa

[item] por el camino que en esta carta el capitan dize que an traydo paresçe que a rrazon no los podia topar don pedro

[item] el arçobispo de sevilla a estado muy al cabo de doss dias aca demejorado mucho mas avn tiene calentura s.c.c.m. / nuestro señor la muy rreal persona de v.m. guarde con acrescentamiento de mas rreynos y señorios de seuilla doss / dias de junio

[firma]

[al dorso: a su magestad / del conde de osorno de ii de junio / rreçibida en valladolid / a la sacra cessarea catolica magestad del / enperador y rrey nuestro señor]

Apunte en el libro manual de cargo y data de la Casa de la Contratación, 11 de julio de 1526 (AGI,CONTRATACION,4675B,L.4)

Nota: el apunte se encuentra en el folio 86r de la foliación original, que corresponde a la imagen nº27 de la versión digital disponible en el portal PARES.

En honze dias del mes de jullio de mill i quinientos e veynte e / seys años, se libraron en el dicho tesorero a cristoval de haro / factor de la contrataçion de la espeçieria por su magestad diez e syete / mill i trezientos e quatorze maravedies que ovo de aver y se averi/guo que valian çient lanças e quarenta i doss picas i quarenta / dardos e tress lonbardas grandes e vn barril de polvora que / se tomaron de lo que sobro de la nao bitoria que vino del descubrimiento / de la espeçieria para armazon de las tress caravelas que el año passado / de mill i quinientos e veynte i doss se armaron para goar/da de la costa de las quales fue por capitan general domin/go alos de amilivia los quales dichos maravedies su magestad nos mando / pagar por su çedula fecha en burgos a quinze dias del mes / de jullio de i U d xx iiii años la qual es la averiguaçion del balor de las / cosas suso dichas ha de tomar el dicho tesorero en su poder para su / descargo con carta de pago del dicho cristoual de haro o de quien su poder hoviere

[firmas: Juan de Aranda y Domingo de Ochandiano] [al margen: cristoual de haro / pagados por el tessorero despues / de feneçidas las quentas por los seruiçios del contador de las yndias]

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